domingo, 17 de enero de 2010

Cristina te amo,

Hoy es un buen día, quizás porque te recuerde sin lagrimas en los ojos, y halla aprendido a sonreir cada vez que recuerdo tu mirada, o quizás porque empiezo a salir del shock momentaneo en el que me encontraba cada vez que alguien te sacaba en la conversación.
Tengo fotos, videos, conversaciones y ante todo una memoria en la que siempre estarás. Se que eres real, que has sido real. Nadie, jamás, te sacará de mi mente, ni de mi corazón.

Cristina, me siento en deuda contigo, por todo lo que tu has dado por mi y que yo no te he sabido devolver. Ahora no estas, y no sé que hacer para demostrarte que te quiero.

Me queda vivir por ti, vivir como tu lo hacias :)

Hasta ahora nos enseñas a todos a seguir adelante y a sonreir pese a todo lo que duela. Eras fuerte y yo tengo que serlo, por ti, por mi, por las dos. Porque te lo debo.



Solo puedo decir palabras buenas de ti, porque.. es imposible sacarte un solo defecto, no les tienes. Creeme eres totalmente perfecta. Dabas tu tiempo a aquellas personas que creias que lo iban a necesitar. Siempre estabas ahí en los peores momentos, siempre.


Incluso hoy las palabras se me atragantan y los dedos se me entumecen al hablar de ti. No sé como expresar tanto dolor, no sé como expresar que no me quiero creer que te has ido. Eres una pieza importantisima en mi vida, de lo mejor que me a pasado, y perderte... perderte es lo que más me duele. Pero se una cosa, la gente como tú, siempre se queda en lo más profundo del corazón y puedo jurar por todo lo que tengo y mucho más.. que tú.. ¡JAMÁS moriras!


No al menos mientras yo te recuerde. Porque mientras en mi memoria ries, seguiras estando VIVA.


Eres mucho más que una cerdita para mi, eres más que las tardes en el parna jugando con los cochecitos, eres más que un buen recuerdo y una buena persona que pasa por nuestras vidas. Porque tu has pasado por nuestras vidas para quedarte. Sé que no nos abandonaras nunca. Lo sé.


No sabes como desearía abrazarte ahora mismo.. mirarte a los ojos y que me sonrieses como solo tú lo hacias. Quiero volver a tenerte enfrente y decirnoslo todo con un solo gesto.


Toda una vida contigo no se olvida. Te lo prometo... no se olvida.
En las pesadillas cuando más queremos huir, es cuando nuestras piernas empiezan a moverse más y más lento, también es cuando nuestra cabeza deja de razonar sus movimientos y no es capaz de encontrar el camino correcto.
Entonces creo que yo vivo en una realidad demasiado ficticia, porque ni puedo huir, ni pensar una solución. Quiero creer que todo esto es otra pesadilla más, una bastante desagradable, pero al fin y al cabo una pesadilla, nada real. No quiero creerlo, quiero que mi subconsciente juegue con mi razón, no puedo aceptar que te has ido, es algo realmente superior a mí. Creí que me moría cuando aquella persona decidió elegir un atajo. Un atajo por el cual nuestros caminos se separaron, se separaron tanto que me hizo daño y empecé una guerra contra esa persona, o contra mi misma por el dolor que sentía dentro, no lo sé. Creía que ese sería uno de los dolores más fuertes que sentiría dentro de mi pecho, pero no es así. Me has demostrado que no. Hay cosas más importantes que eso. Y que sea importante no significa sufrir, la teoría me la sé, pero la practica… falla. Se que debo sonreír al pensar en ti, que debo asumirlo como algo natural en esta vida y que poco a poco las cosas irán poniéndose en su sitio. Pero me cuesta tanto quitar una parte de mi vida, que se que por mucho que quiera no va a volver a mi vida, no es lo mismo enfadarse con una persona que perderla para siempre. Llevo más de un mes suspendiendo la practica, porque la teoría la aprobé a la semana de empezar el cursillo obligatorio, por favor confía en mi, no pienses nunca que te voy a defraudar, porque no lo hice ni una sola vez mientras estuviste aquí, así que ahora mucho menos. Pienso salir de esto como sea, pienso aprender a sonreír cada vez que tu cara aparezca en mi mente, cada vez que me pierda entre nuestros recuerdos. Es difícil, solo te pido tiempo por favor, no te enfades. No me veo preparada para estar cara a “cara” contigo.
Quiero que todo te vaya bien, y que me esperes, estés donde estés… quiero que me esperes, quiero volverte a ver, volverte a abrazar y quiero que la próxima vez que nos veamos, estés orgullosa de mi, por haber sabido conseguir mi felicidad siguiendo todos tus pasos uno a uno.
Gracias, por haber dejado tanta huella en mi, por haberme llegado tan adentro que incluso ahora aprendo de ti. Eso demuestra, en mí y en el resto de la gente que esta siendo fuerte, que has sido alguien muy especial. Demasiado especial diría yo. Porque tú tenias el don de demostrar a los demás el lado bello de la vida.










Cristina vivirás siempre.

Descansa en paz.

te quiero. (L)

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